¿Cómo debemos cuantificar la carga de entrenamiento?¿La
cuantifico según mi criterio?¿En función de tiempo, series y repeticiones?¿O
uso la intensidad?¿Tengo en cuenta el factor cognitivo en la cuantificación?¿Supone
esto un esfuerzo real para el jugador?
Hay muchos métodos para cuantificar la carga de
entrenamiento, pero solo es válido el que seamos capaz de entender, de darle
criterio nosotros mismos, porque al final se trata de darle un valor al trabajo
realizado y dejarlo reflejado de manera que podamos evaluar posteriormente.
Si mantenemos siempre el mismo criterio, al final, en
nuestra escala sabremos perfectamente lo que quiere decir el número 5 sobre 10
y podremos comparar con las siguientes cargas.
Además, en mi opinión, también hay que tener en cuenta la
valoración de la carga del jugador, puesto que desde fuera, al plantear el
ejercicio podemos pensar que ese ejercicio tuvo una carga, cuando en realidad
el jugador sintió otra, incluso entre los jugadores de la plantilla puede ser
definido con distintos valores, bien debido a la fatiga, o bien debido a la
motivación por el ejercicio o incluso por su estado emocional en ese momento.
Por lo tanto es conveniente que este punto quede reflejado en la cuantificación.
Otro de los factores que debemos tener en cuenta para
cuantificar es el factor cognitivo del ejercicio. ¿Es lo mismo un ejercicio
donde haya toma de decisiones que uno donde no las haya?¿Es igual que esta toma
de decisiones castigue o penalice en caso de no ser la correcta?. Por supuesto
que al igual que hay fatiga física existe la fatiga mental y que estas van a
provocar un mayor número de errores a medida que el cansancio es mayor. Es por
ello que creo que también debería estar reflejado, ya que no es lo mismo un
ejercicio, por ejemplo, un circuito en el que el jugador sabe la secuencia que
tiene que seguir, sin que haya variabilidad, que un partido reducido en el cual
ya existe la toma de decisiones, y si además, como hemos dicho, penalizamos por
una mala elección, la fatiga se incrementará debido al estrés que suponen este
tipo de castigos.
Con lo cual, la cuantificación debe valorar los máximos
aspectos posibles, darnos todos los datos que puedan suponer una información
para nosotros y nos permitan conocer el estado del jugador.
Hola Fran
ResponderEliminarAntes de nada queria felicitarte por este blog que acabo de descubrir sobre nuestro deporte, y me parece muy interesante las tareas y aportaciones que realizas.
Respecto a esta entrada, estoy totalmente de acuerdo con que hay muchos métodos para cuantificar, pero que lo más importante es que cada preparador físico tenga el suyo propio, adaptado a su equipo y sobretodo, a los medios que tiene.
Aun así, a pesar de que los métodos subjetivos como el RPE son bastante útiles para valorar el esfuerzo diario y de cada tarea... no crees que en fútbol sala necesitamos un medio como el GPS, para cuantificar la carga neuromuscular, aspecto que creo a día de hoy no conseguimos cuantificar?
Un saludo !
Hola!!
EliminarMuchas gracias por visitar el blog y espero que continues visitándolo a medida que siga invirtiendo tiempo en incluir nuevas tareas y espero que te siga gustando y te sea útil.
Creo que toda aportación al control de las cargas sería bienvenida y podría ayudar bastante al preparador físico a conocer el estado de los jugadores.
En cuanto a mi conocimiento de los GPS, creo , que aún no existe ningún dispositivo que pueda ser utilizado en un lugar cerrado como un pabellón, por lo que ahora mismo sería imposible.
Por otro lado, creo que sería bastante útil conocer todos los datos que aportaría un GPS en este deporte para comprobar si realmente el trabajo que se lleva a cabo concuerda con el que luego sucede en un partido y como se podría mejorar.
Aunque por otro lado, también pienso que las informaciones que obtenemos con los diferentes dispositivos (ya sea GPS, pulsómetro...) hay que saber interpretarlas y darlas el valor necesario y no pecar de basar todo el trabajo en estos datos, también como he dicho anteriormente esta el factor psicológico, motivacional y emocional del jugador.